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La moda rápida mata

En la era de la moda rápida, la ropa sintética se ha convertido en un elemento básico en nuestros armarios. Poco sabemos que estas prendas aparentemente inofensivas contribuyen a una creciente crisis ambiental y de salud: la contaminación microplástica. Más allá de contaminar nuestros océanos, investigaciones recientes revelan una conexión inquietante entre los microplásticos en la ropa sintética y su entrada a la cadena alimentaria humana, con posibles vínculos con el cáncer.

La propagación de microplásticos a través de la ropa sintética:
Los tejidos sintéticos como el poliéster y el nylon arrojan microplásticos durante el lavado. Sorprendentemente, una sola carga de lavandería puede liberar millones de microfibras en nuestros sistemas de agua. A medida que estas pequeñas partículas de plástico evaden las plantas de tratamiento de aguas residuales, se infiltran en ríos y océanos, llegando a la cadena alimentaria.

Microplásticos en la cadena alimentaria:
La vida marina, desde el plancton hasta los peces grandes, ingiere estos microplásticos. En consecuencia, los humanos que consumen mariscos ingieren involuntariamente estas partículas de plástico. Un estudio realizado por el Fondo Mundial de Vida Silvestre estima que una persona promedio puede consumir hasta 5 gramos de plástico cada semana solo a través de mariscos.

Conexión del cáncer:
La revelación más alarmante son las posibles propiedades cancerígenas de los microplásticos. Se ha encontrado que estas pequeñas partículas absorben y acumulan productos químicos tóxicos, incluidos los carcinógenos conocidos, de su entorno. La investigación indica una correlación entre la presencia de microplásticos en el medio ambiente y un mayor riesgo de cáncer.

Aumento de las tasas de cáncer entre las menores de 50:
El aumento global en los casos de cáncer entre individuos menores de 50 años es motivo de preocupación. Según la Organización Mundial de la Salud, se prevé que los casos de cáncer en todo el mundo aumentarán en aproximadamente un 60% en las próximas dos décadas. Si bien múltiples factores contribuyen al desarrollo del cáncer, la investigación emergente sugiere que la naturaleza cancerígena de los microplásticos podría ser un contribuyente significativo. Los estudios epidemiológicos están en curso, pero los datos preliminares sugieren una correlación preocupante.

Microplásticos en el cuerpo humano:
Estudios recientes han detectado microplásticos en sangre humana, destacando hasta qué punto estas pequeñas partículas han impregnado nuestros cuerpos. Se estima que la ingesta diaria promedio de microplásticos a través de diversas fuentes, incluidos los alimentos y el aire, está en el rango de decenas a cientos de microgramos.

Conclusión:
A medida que continuamos adoptando la ropa sintética, inadvertidamente contribuimos a una crisis ambiental y de salud generalizada. El vínculo entre los microplásticos, la cadena alimentaria y los posibles efectos cancerígenos subraya la urgencia de alternativas sostenibles y consumo responsable. La conciencia, la investigación y la acción colectiva son imprescindibles para mitigar el impacto de los microplásticos en nuestra salud y la salud de nuestro planeta.

 

Fuentes:


*Organización Mundial de la Salud (OMS) - Estadísticas de cáncer:
https://www.who.int/cancer/en/

*Fondo Mundial de Vida Silvestre (WWF) - Ingestión de plástico:
https://www.worldwildlife.org/threats/plastic-pollution

*Revista de ciencias ambientales y tecnología:
https://pubs.acs.org/journal/esthag

*The Guardian - Microplásticos en nuestra comida:
https://www.theguardian.com/environment/microplastics

*Centro Nacional de Información de Biotecnología (NCBI) - Microplásticos y Salud:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/

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